lunes, 19 de mayo de 2008

Domingo a Nuñez


Domingo a cielo abierto. Travesía condensada. El sol como un gigantesco farol ilumina el azul y blanco del paisaje. Los campos divididos por la autopista que une la ciudad de La Plata con Buenos Aires, se hacen inmensos. Se pierden con el horizonte. El viaje es con la hinchada de Gimnasia. No es la primera vez pero parece. Mucha impuntualidad hace que aumente la adrenalina esperando llegar antes que comience el partido. El Lobo visita a River Plate en el estadio “Monumental” de Nuñez. El “millo” viene de quedar eliminado de la Copa Libertadores de América, Gimnasia busca una victoria antes del clásico contra Estudiantes.
El vaivén de las banderas es el único viento de la tarde. El micro viene acompañando una larga caravana tripera. Una vez que toma la autopista se escucha el sonido de las bocinas de los autos particulares que van a la cancha. La gente asoma sus brazos saludando. Lo único que preocupa es llegar a tiempo.
El verde acompaña toda la travesía. También los lagos contaminados. Clubes y barrios privados se intercalan con las villas miseria que se reproducen por todo el camino. Llegamos al primer peaje, el sonido de los bombos y redoblantes nunca cesa. Las canciones de la gente se hacen más fuertes. Al igual que una comparsa tampoco se detienen en el tiempo. No importa nada. Cantar, gritar, saltar y seguir cantando. Poco importa si se va a una derrota segura con el líder del Clausura, la sensación es inexplicable. La consiga: acompañar “en las buenas y en las malas”. “En las malas mucho más”, resalta un amigo.
Algunos, al costado de la autopista mueven sus manos en señal de buen augurio. Otros hacen gestos obscenos y desde el micro parten las primeras puteadas. La mano alzada haciendo la “V” de la victoria deja entrever la ilusión.
Cruzamos Avellaneda. Siempre al costado del recorrido está la gente en su vida de domingo. Enamorados, algún que otro picado de fútbol, la familia, los hijos. Los hinchas de Independiente hacen burlas, los de la Academia aplauden. “El lobo y la acadé, unidos siempre están”, se alcanza a escuchar. Pasamos un puente y el olor del agua podrida se filtra en las narices de todos. No hay viento así que resulta más insoportable. El olor siempre está en el mismo sector del riachuelo, recordándonos para toda la eternidad, las cuentas pendientes. Es parte del horror del ser humano maltratando a la naturaleza.
Una vez que llegamos Puerto Madero se ve el contraste. Enormes edificios terminan por decorar el lujo y el confort de las clases dominantes y se entremezclan con los sintecho y linyeras que sufren el hambre de todos los días. Es domingo pero para ellos puede ser cualquier día.
El microclima en el colectivo no cambia. La gente en las calles aparece como inmóvil, casi estupefacta con el avance de la caravana: 10 micros llenos, muchos autos. Los extranjeros no entienden lo que sucede. Algunos aprovechan para saludar, otros sacan sus cámaras filman y toman fotografías. La mayoría son japoneses, pero también hay algunos australianos que muestran sus remeras de fútbol.
El colectivo sigue su curso. En un semáforo, el conductor de gafas negras mete mal un cambio y el motor se apaga. Se callan los redoblantes, se deja de cantar, se paralizan los corazones. El susto dura un segundo, todo vuelve a la normalidad.
A punto de llegar al estadio de River, se juntan los micros más de lo acostumbrado y se disminuye la velocidad. A un costado de la calle sucede lo insólito. El Torugo, uno de los referentes de la hinchada, corre alrededor del colectivo. “Se le quedó el micro”, grita uno. No. Está ordenando la caravana y de paso se lleva una botella de plástico cortada por la mitad que rebalsa de vino tinto y jugo de naranja: el mezcladito.
A punto de llegar. Se sienten los cantos y aumenta el murmullo. Las camisetas azules y blancas se confunden con el cielo. Los bombos y redoblantes se juntan para la entrada colectiva. Un policía toma sus atributos para calmar a los más desenfrenados. De frente el “Monumental” tapa el cielo, llega la hora de entrar.



1 comentario:

Unknown dijo...

hoy en lanús se ve como sigue la historieta...muy bueno el blog.