jueves, 12 de mayo de 2011

Política y Juventud, Revista 2016






REBELDES Y OFICIALISTAS
Por: Lautaro González / Colaboración: Gastón Moreyra

Son jóvenes que no superan la barrera de los 30. Piensan al país desde la dura experiencia de la resistencia al neoliberalismo en los ´90 y el advenimiento del Kirchnerismo como renovación política del siglo XXI. Hoy en 2011, plantean el rol central de la juventud en los esquemas orgánicos e institucionales de poder, sin dejar al clasismo como columna vertebral para profundizar el proyecto nacional hacia el 2015.

No es una mañana cualquiera en el barrio de Congreso en Capital Federal. Se cumplen 35 años de la última dictadura que marcó un antes y después en la vida política, social y cultural en Argentina. Un antes y después en la construcción del futuro del país, y como bisagra en la relación de los jóvenes con la política.
Es una mañana a pleno sol y la entrevista está pautada con León Grosso de la JP Evita, Juan Miguel Gómez de la JP Descamisados y Federico Sánchez de la Juventud Sindical que lidera Facundo Moyano. Se respira un clima cordial donde el feriado nacional transmuta en jornada de lucha. En la mesa hay distintos materiales y el mate oficia como elemento integrador que abre la charla.

2016: Estamos en una fecha especial donde 35 años después del golpe la juventud aparece como actor social de cambio, como motor de la historia. ¿cómo viven ustedes la participación de la juventud en la política nacional?

León Grosso (JP Evita): Se da en un proceso de participación política de una generación que en su gran mayoría creció en un nuevo escenario social, económico y político, desde 2003 hasta acá. Muchos se recibieron, están en la Universidad, hicieron los primeros años con el Kirchnerismo. Ahí se dieron una cantidad de cuestiones que hacen que se reconstruya el vínculo de la política con la sociedad en su conjunto.
Es natural que los pibes empiecen a participar activamente de este proceso después de haber quedado desencantados de la política tradicional, de la “pizza y champagne”. Aunque esto, a veces, no es garantía de nada. Un ejemplo es Patricia Bullrich que fue parte de esa “juventud maravillosa” pero después ya vimos cómo terminó.

Juan Miguel Gómez (JP Descamisados): Nuestras organizaciones tienen el objetivo de darle poder a los trabajadores y a los humildes. Los gobiernos pueden generar las condiciones y demás, pero si no tenemos la relación de fuerzas no podemos transformar nada. La historia la cambian los pueblos no un gobierno.
Esta oleada de jóvenes nos permite insertar la discusión e incorporarlos a la militancia. Debemos abordarlos en función de garantizar que no se vayan a cualquier lado. Es bueno que existan jóvenes independientes pero para transformar un país necesitamos que se organicen.

Federico Sánchez (Juventud Sindical): Desde el 2003 hasta esta parte algo enamoró no solamente a la juventud que pertenece a un sector mucho más grande que es el movimiento nacional que quiso ser aniquilado físicamente en los ´70, y vaciado ideológicamente en los ´90. Un movimiento nacional que desde el 2003 hasta esta parte empezó a reconstruir esa historia con un anclaje histórico, sabiéndonos herederos de esas luchas que encarnaron antecesores nuestros que es lo que se defiende ahora. Lo que enamoró es la vuelta a la política. La política no es un candidato, una imagen o una encuesta: Es la organización popular para defender y tocar determinados intereses.
Este gobierno le devolvió parte de la dignidad al pueblo argentino. Un instrumento valioso como las paritarias, medidas distributivas como la asignación universal por hijo (AUPH), etc. Dejamos de depender del FMI.
La juventud es heredera de esa línea histórica, de ahí venimos. Todo lo que somos hoy con la vuelta a la política, con el “flaco” que puso “pelotas” armando y construyendo desde la política. Cuando murió Néstor se escucharon desde varios medios, esa celebración de lo espontáneo.

2016: Cierto discurso mediático ve al “independentismo” como algo superior a la organización partidaria. ¿Cómo ven esta situación?

FS: Es el discurso de los medios hegemónicos donde se plantea una contraposición, sobre todo en el momento de la disputa por la 125. En ese escenario el discurso con el que bombardearon fue que la gente se movilizaba espontáneamente contra lo organizado. Es lógico que los grupos concentrados vean como enemigo a los sectores populares y a la organización de los trabajadores porque es desde ahí donde se le pueden recortar sus intereses económicos. Otros sectores absorben ese discurso como propio en detrimento de la organización popular.

2016: ¿Cuáles son las principales tareas que hoy debe llevar adelante la juventud organizada?

LG: Tenemos un deber histórico, es el rol de la juventud como proyecto político. Tenemos la obligación de armar una fuerza política que plantee los avances necesarios para todas las medidas que faltan. La juventud como actor circunstancial tiene que avanzar en la profundización. Nadie se compromete en un proceso político que no le transforma la realidad cotidiana.

JMG: El Kirchnerismo avanzó en esa ecuación, logró el equilibrio entre el crecimiento macroeconómico y lo volcó a la gente a través de la distribución. Debemos dar discusiones concretas hacia la distribución de la riqueza y de la tierra como una cuestión central, y la recuperación de los recursos naturales. Tenemos que consolidar las herramientas necesarias que nos permitan ser “Mascarón de proa” de las discusiones que el pueblo tiene que dar hacia una sociedad más justa. Esto es como una bicicleta: si no pedaleamos para lograr mayores conquistas sociales, este modelo no se sostiene, retrocede. Esto lo leyó Néstor Kirchner y por eso avanzó con la AUPH que le cambió la vida a millones de pibes.

FS: La juventud va a avanzar si sigue en el centro de la historia. Debemos construir un proceso de transformación que dure 40 años, que estabilice al país. Esto que dijo Cristina en Huracán “debemos institucionalizar la transformación”, nosotros lo planteamos siempre.
Hay intereses que todavía no se tocaron. Hoy tenemos miles de pibes que no trabajan ni estudian. La mejor manera de bancar a Cristina y darle estabilidad a este proyecto político es construir la fuerza popular necesaria para profundizar el modelo.

2016: ¿Qué abarca el concepto “profundizar el modelo”?

FS: Según el Ministerio de trabajo el 34% de los trabajadores están en situación informal y de ese porcentaje el 70% son jóvenes entre 18 y 23 años. Pelear contra eso es profundizar el modelo. Debemos tener una nueva ley de identidades financieras. Que se conciba la actividad financiera como un servicio público. La participación de los trabajadores en las ganancias de las empresas. Lo dijo Néstor en un acto el año pasado: los trabajadores deben ver los balances. Lo que más le duele a la UIA es que los trabajadores tengan participación en esas decisiones. Que se aplique la ley que es envidia en el mundo que es la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y encarar también una Ley de Renta Agraria en nuestro país para redistribuir la riqueza.

JMG: Nosotros estamos muy contentos con la AUPH pero creemos que esa es una medida coyuntural. Queremos que los pibes tengan trabajo e iguales derechos, pero nos gustaría que sean las empresas y no solamente el Estado el que otorgue ese beneficio. Una consigna sería “lo mejor está por venir”.

LG: La profundización no es una cuestión abstracta sino que toca intereses concretos. Construir la fuerza necesaria y organizada para avanzar en la disputa de intereses concretos. La participación en las ganancias es una cuestión central para disputar la estructura de la riqueza, la idea de propiedad en el país. Ir en contra de la extranjerización de la tierra que hoy es un flajelo.

2016: ¿Se puede ser rebelde y oficialista al mismo tiempo?

JMG: Hoy en Argentina el proceso de transformación pasa por Cristina. No se puede ser rebelde y no oficialista porque sino terminás siendo funcional a la derecha como por ejemplo, lo que hacen algunos sectores de izquierda que están en contra de este proceso histórico. Esto es algo que pasó en toda Latinoamérica con todos los procesos populares y democráticos que se canalizaron a través de los gobiernos. Es desde el poder del gobierno que empezamos a dar determinadas peleas contra las corporaciones. Empezamos a rebelarnos.

FS: Falta mucho. El Estado es un espacio contradictorio con funcionarios que juegan para el enemigo, son funcionales a ellos. Esa transformación se va a dar a medida que nosotros avancemos. Tenemos que meter el conflicto social dentro del Estado. Para tener una política hacia los indígenas es mejor que esté un indígena. La mitad del gabinete de Perón fue integrado por trabajadores y ellos eran los protagonistas de la historia. Cualquier buen peronista se va a rebelar ante la injusticia, ayer, hoy y siempre.

LG: El discurso que se quiere instalar en los medios es la idea de que el Estado es el factor central de poder, una idea para devastar a la política. El Kirchnerismo se planteó dónde están los focos de poder, si está en el gobierno o las corporaciones que con su accionar condicionan a los gobiernos. La Ley de Medios es una discusión central para ver por dónde pasa el poder. Los medos tienen hoy una capacidad de influencia en la gente. En ese marco se puede ser rebelde y oficialista porque este gobierno consolidó un proyecto político a partir de niveles de organización y convocatoria de nuestro pueblo para la luchas contra los poderes fácticos que son los que determinan las causas de los males en Argentina. Tenemos un proceso político que permite la incorporación de los trabajadores a un Estado que se pone a favor de los intereses populares.

2016: ¿Cuál será el rol de la juventud organizada en las elecciones de octubre?

JMG: Hoy tenemos un Estado que sigue con contradicciones. Funcionarios que ven al Kirchnerismo como una manera de sostener su puesto individualmente, y eso entra en contradicción con la construcción de este gobierno y de la lucha de todo el pueblo. Por eso el Estado necesita una disputa de fuerzas internas. Es importante que lo jóvenes ocupen cargos en el gobierno, no como jóvenes sino como representantes del pueblo que cumplen un rol en términos colectivos.

LG: Nosotros decimos que hay que construir una lista que exprese la pelea que se viene dando. Hoy con la capacidad de traccionar votos que tiene Cristina y la instalación del proyecto es un buen momento para construir listas que expresen esto.

FS: Naturalmente este proyecto va a aportar sus mejores dirigentes, pero van a salir de la base y no por decreto.

El encuentro llega a su fin. Se acercan varios militantes para ultimar detalles de las actividades del día. Por la tarde madres, abuelas, familiares y distintas expresiones políticas y de derechos humanos recordarán a los cientos de jóvenes desaparecidos bajo las garras de Videla, Massera y Agosti. Esos que ya no están pero que dejaron su lucha como legado, como jardín intacto para renacer en él una, dos, tres, mil flores más.


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Publicado Revista 2016, mayo 2011.