viernes, 16 de abril de 2010

Recursos Naturales


No todo lo que brilla es oro, negro
Por Lautaro González

Diego Mansilla es Licenciado en Economía (UBA), becario del Área de Investigaciones Interdisciplinarias del Centro Cultural de la Cooperación y miembro del MORENO (Movimiento por la Recuperación de la Energía Nacional Orientadora). Es autor del libro “Hidrocarburos y política energética” y además escribe para distintos medios gráficos. En diálogo con 2010 el economista afirma “la provincialización es un grave error de la planificación petrolera. Una buena política planifica la demanda y analiza sus reservas”.

Había una vez un país que se construyó a base de esfuerzos y sacrificios. En lo que a petróleo se refiere Argentina tuvo su apogeo de planificación y desarrollo con la creación de YPF en 1922 de la mano del general Enrique Mosconi. Su producción siempre superó con creces al sector privado como objetivo principal. Sin embargo con el advenimiento de las privatizaciones y la provincialización de la soberanía el fisco nunca más pudo contar con una empresa fuerte para enfrentar los reclamos que fueran contra el interés general del país. En esta entrevista Diego Mansilla arroja una luz de posibilidades acerca del rol del Estado en la recuperación de una política petrolera que retome los postulados de aquellos tiempos no tan lejanos.

- ¿Cómo describirías la situación actual del petróleo en el marco de la producción, utilización de reservas, exportaciones, producción e inversión?

- En la actualidad el sector petrolero está en una situación con bastantes luces amarillas. Esto viene por el tema de las reservas argentinas caen año tras año. Desde la desregulación del ´89 el control del mercado petrolero pasó en manos de las empresas privadas y el número de reservas que tenemos es una declaración jurada hecha por estas empresas. Hay muchos yacimientos en los cuales se nos permite dudar de que esas sean las reservas reales. Es muy difícil hablar de reservas estimadas por que desde 1989 en adelante no hubo una sola auditoría. Las empresas presentan cuántas reservas tienen y eso se toma como dato oficial.

- ¿Quién es el responsable de realizar las auditorías?

- La Secretaría de Energía debería empezar a hacerlas. O ellos o contratando a alguien o las Universidades Públicas, pero la decisión tiene que partir de la Secretaría de Energía porque sino se sostienen datos que no son congruentes. Por ejemplo en los últimos años las reservas se mantienen gracias al crecimiento de reservas de Cerro Dragón por la Panamerican Energy. En cuanto a la cantidad de pozos perforados y sus resultados también hay una declaración jurada. Existen casos donde el aumento de reservas declarado por la Panamerican se establece por una determinada cantidad de pozos exploratorios, sin el conocimiento de reservas donde se perfora buscando el yacimiento, y efectivamente dicen que el 100% de las perforaciones que hicieron fueron exitosas. Los pozos exploratorios son muy riesgosos, con suerte llegan al 50%, sin embargo ellos declaran eso. Por lo tanto esos pozos no eran exploratorios o estaban pasando reservas conocidas que quizás no se habían llegado a certificar. Aún así tenemos entre 8 a 9 años de reservas pero la extracción continúa cayendo ya que no hay nuevos yacimientos desde 1989. Desde ese año se acabó la búsqueda de áreas y desde ese momento la evolución misma de los pozos hace que pierdan extracción. Eso se soluciona con la entrada de nuevas reservas en la producción, nuevos yacimientos que en su etapa ascendente empiezan a compensar logrando un aumento de la extracción. No hay investigaciones, sólo aumentó la extracción de pozos con las reservas ya conocidas. Al no haber nuevas áreas la extracción cae. Si se mantienen ciertas tendencias vamos a tener que importar petróleo. Ya empezamos a importar gas natural debido a que esto que sucede con el petróleo se ve más concentrado con el gas, donde las reservas caen muchísimo más. Hasta entonces los convenios eran con Repsol, luego que YPFB fuera recuperada por el pueblo boliviano, el convenio es directamente con Bolivia. Pero como no alcanza el gas boliviano le compramos a Repsol gas licuado.

- ¿Cómo se compone la soberanía petrolera en Argentina?

- Argentina tiene un problema importante que es la división de su soberanía. Cuando se desregula el mercado en el `89 y comienza el camino de la privatización de YPF, antes las petroleras entregaban toda su producción a YPF para que controlara los precios, la distribución, las refinerías, la exportación y los precios internos. A partir de 1989 se transforman en concesiones, y dado el desmantelamiento del Estado se convierten en casi dueños. El petróleo es de los argentinos por nuestra Constitución, sin embargo como las petroleras hacen y deshacen lo que quieren, se comportan como los dueños. En la década de los `90 cuando Argentina necesitaba esas divisas para sostener la caja de conversión, el sector petrolero, que en 1998 pasó a exportar más que Ecuador, nunca ingresaron las divisas por esa cantidad de combustible, simplemente porque no tienen la obligación de hacerlo. Y Argentina necesitaba dólares para sostener el modelo.
Un avance más en la destrucción de la soberanía petrolera fue cuando se pasó a manos de las provincias y se cayó en un juego muy peligroso: desde el 2007 con la “ley corta” se logra tener estados petroleros muy pequeños que no están en igualdad de condiciones para negociar con las petroleras.
La provincialización de la soberanía hace que, por ejemplo, para negociar el contrato de Cerro Dragón, que es el mayor yacimiento petrolero de Argentina, la provincia de Chubut tenga que negociar con la British Petroleum, que son los dueños del 60% de Panamerican Energy. La British produce ventan anuales similares al PBI de la Argentina. ¿Qué poder de negociación tiene la provincia de Chubut que es muy pequeña, casi sin habitantes y cuya economía, finanzas públicas y trabajadores viven de venderles al petróleo? No hay poder real de negociación, lo que hay es una imposición por parte de las petroleras. Al separar la soberanía Argentina se encuentra en una situación difícil para negociar. Esto lleva a que en todos los temas las provincias se pongan del lado de las empresas: si se cortan las inversiones significa menos regalías, menos puestos de trabajo, menos impuestos, etc. No se está en condiciones de hacerles cumplir los contratos a la British Petroleum. Por eso es fundamental la recuperación. La provincialización es un grave error de la planificación petrolera. Una política petrolera planifica la demanda y analiza sus reservas.

- En una de sus últimas declaraciones Redrado afirmó que el gobierno iba a comprar YPF con las reservas del Banco Central y que gracias a él se impidió. ¿Qué opinión te merece? ¿Cuál debería ser la política económica del gobierno al respecto?

- Es un tema complicado, hay que ver a qué se refería. Hubo muchas idas y vueltas con el tema de la “argentinización” de Repsol. Hay varios escenarios posibles: si Argentina compraba parte de YPF, lo que hacía era solucionar un problema a Repsol, porque sobre ese 20% en minoría, Repsol seguía teniendo el 75%. Argentina mientras tenga una acción de YPF tiene participación en el Directorio. Sin embargo no se conoce cómo se hizo para evitar los cambios en las declaraciones juradas de las reservas. De un año a otro Repsol hizo desaparecer reservas. ¿Dónde estaba la participación estatal en el directorio de YPF por lo menos para denunciar o hacer algo?. Otra cosa es “compramos la empresa, tenemos el control de YPF”. Por el momento Repsol no se quiere desprender del control accionario quiere tener socios locales, algo minoritario pero no desprenderse del control. Una cosa distinta sería si el estado nacional tuviera el control. Ahí si es un tema de decisiones. Argentina tiene que recuperar una política nacional petrolera. Hay muchas cosas para hacer aún sin comprar YPF. Por ejemplo controlar los contratos: existe una ley vigente que dice que un concesionario debe cumplir una serie de requisitos; uso racional de los recursos, mantener las reservas, etc. Debería hacerse una auditoría, controlar y castigar a las petroleras que no cumplan. La ley dice que las petroleras no pueden tener más de cinco concesiones, pero Chevron o Petrobras tienen más de veinte. Hay una falta de decisión política fuerte para ir en contra de estos poderes petroleros, además se prorrogaron los contratos.

- ¿Este es el momento para que el Estado compre YPF o al menos intervenga en una parte del paquete accionario?

- Lo importante no son cuántas acciones tengamos sino quién toma las decisiones. Uno de los mejores casos es Petrobras. El estado brasilero tiene una participación minoritaria en las acciones pero existen dos tipos; las que reparten dividendos y las que tienen el control. La mayoría de éstas últimas son del estado brasilero. El estado brasilero toma las decisiones aunque después cuando se reparten las ganancias no tienen la mayor parte. Pero Petrobras funciona de acuerdo a los intereses estratégicos del gobierno brasilero. Aún así este modelo ya empezó a hacer ruido cuando se encontró toda esta gran riqueza en el mar. Por lo tanto se empezó a crear una petrolera 100% estatal.
Lo importante es el control. El que tiene el control decide no solamente cuanto se invierte, sino con qué técnica y ritmo de agotamiento, el nivel de reposición de los barriles, etc. En una organización estratégica por parte del gobierno nacional con una empresa fuerte no es necesario que lleve adelante las explotaciones. Se puede asociar con petroleras privadas siempre y cuando no se le seda el control. Hoy por hoy si a Argentina le faltase el petróleo y tuviera que importar las petroleras pueden decidir exportar el petróleo que tienen. En un contrato de servicio eso no pasa.

- ¿Porqué el petróleo debe volver a ser del Estado? ¿Es una necesidad prioritaria? ¿Es posible en el corto plazo?

- Necesita ser del Estado por un tema básico. Cuando hablamos de petróleo parece algo lejano a la vida cotidiana cuando en realidad hablamos de energía. Nuestra situación actual está basada en energía. Si miramos a nuestro alrededor no vemos más que petróleo, no solamente se relaciona el petróleo con la nafta, porque la luz que tenemos es en base a hidrocarburos y cuando prendemos el gas para cocinar son hidrocarburos. Todos los plásticos que vemos alrededor nuestro son hidrocarburos, nuestros medicamentos, pinturas, alimentos, cualquier cosa que se tenga que mover depende de los hidrocarburos. La energía es algo básico y la clave está en que tiene que entenderse como un derecho. Es el Estado quien tiene que garantizar ese derecho. Cerca del 90% de las reservas mundiales están en manos de los estados y no de las empresas privadas. A estas le quedan muy pocos lugares para actuar. En América Latina todos los países tienen fuertes petroleras estatales, aún los países sin reservas. Chile no las tiene pero cuenta con una empresa fuerte que se encarga de refinar el petróleo y conseguirlo en otros lugares. Argentina y Perú le abrieron las puertas. Uruguay tampoco tiene petróleo pero ANCAP, su petrolera estatal, se encarga de manejar los precios internamente.
Un país con autoabastecimiento como Argentina tiene que diferenciarse del precio internacional. Las empresas petroleras deben ganar pero no sobre el precio internacional sino sobre sus propios costos. Habría que ver entonces cuál es la organización que más nos conviene. ¿Un empresa monopólica nacional, una empresa con control que brinde contratos de servicio, diferentes empresas provinciales con un control por parte del estado nacional?. Claramente es necesaria la participación estatal en la producción y el control. El petróleo es un derecho y un bien nacional que tiene que ser reservado. Es necesario hacerlo ahora porque las reservas y las extracciones están cayendo, y en el corto plazo vamos a empezar a importar petróleo si esto no cambia. Y si eso pasa no se va a poder separar el precio internacional del precio interno como se hace ahora. Actualmente tenemos un precio interno de US$ 48 el barril cuando llegó a US$140. Lo mantuvimos en US$ 48 gracias a que somos autoabastecedores y gracias a las retenciones. Las retenciones al petróleo no son con fines fiscales, lo principal es separar el precio internacional del precio interno. Ahora hay que sostenerlo manteniendo las reservas. Tenemos que tener una estrategia de planificación a largo plazo. Argentina es un país que quiere desarrollarse y no hay desarrollo sin energía.

- Las regalías del petróleo son del 12% mientras que las mineras del 1% ¿A qué se debe esta diferencia?

- Se debe a los grandes beneficios que tuvieron las mineras en los ´90. Se quiso atraer a las mineras con condiciones que ninguna empresa logró tener: bajas regalías que incluso bajaban dependiendo el puerto de salida, estabilidad fiscal por 25 años, beneficios en las ganancias, además de una simple declaración jurada donde dicen lo que se llevaron. Nadie los controla. La minería es un sistema macabro.
Las regalías del petróleo fueron pensadas en la década del ´30 para subsanar los problemas con las provincias. YPF solamente podía funcionar en los territorios nacionales y no en provincias con petróleo como Salta y Mendoza. Estas preferían arreglar con las petroleras extranjeras. Recién en los años ´30 esto se ordena permitiéndole operar a YPF, por ley nacional, a cambio del 12% que era una medida estándar en el mundo. Eso se mantuvo hasta ahora. Este 12% es muy mentiroso porque es sobre el valor que efectivamente venden las petroleras, por lo tanto no solamente le hacen descuentos al precio por el tratamiento y transporte sino que también les sacan las retenciones. Es por eso que las provincias se ponen de acuerdo con las petroleras para que bajen las retenciones. En realidad se acerca a un 8% o 7% dependiendo de cuánto se exporte. Es muy bajo lo que se llevan las provincias, pueden llevarse mucho más.

- ¿Cómo debería ser la participación de las provincias si YPF fuese del Estado?

- Tienen que tener voz. ENARSA se olvida que al hablar de energía no solamente son los intereses de las provincias que tienen reservas sino que también tienen que estar representadas las provincias que no las tienen. Sobre todo los consumidores de esa energía que saben cuándo y dónde falta. Tiene que ser algo federal. Los consumidores también tienen que tener voz en una empresa estatal.

- Desde la reforma del `94 el dominio originario del subsuelo corresponde a las provincias. ¿Qué pasa con esto si se recupera YPF por el estado nacional?

- Esto nunca se reglamentó. A partir del 2007 no sólo el subsuelo sino el control de las concesiones pasaron a manos de las provincias. Si la mayor parte de las acciones de YPF pasaran al estado nacional no habría que hacer ningún cambio ya que sería una concesión en manos de una empresa estatal. Las concesiones quedarían controladas por las provincias pero la empresa que funcionaría sería nacional.

- ¿Qué reflexión te merece en torno al tema desatado por el petróleo en Malvinas?

- La existencia de petróleo en Malvinas es muy conocido. Se sabe que hay pero no se sabe cuánto hay. El problema es a qué precio. Todo parece indicar que se va a poder extraer. Argentina reaccionó y hay que logar castigar eso. Es parte de la riqueza natural que sin ningún tipo de acuerdo se están llevando estas petroleras. Argentina firmó una serie de resoluciones para que esas empresas no puedan operar en territorio argentino. La parte diplomática y el apoyo latinoamericano son muy importantes.

Revista 2010, abril 2010, http://www.revista2010.com.ar/