jueves, 2 de agosto de 2012

Andrés “El Cuervo” Larroque / Diputado Nacional / La Cámpora

En el barro de la historia






Revista 2016 dialogó con el diputado nacional por el FpV y secretario general de La Cámpora luego de una jornada solidaria en Quilmes, tras el paso por el último temporal. Una de las principales voces de la fuerza política con más empuje y crecimiento de los últimos años analiza el acto en Vélez, el rol de la conducción, la unidad de acción y la presencia en el territorio para garantizar la continuidad del modelo. “El kirchnerismo sintetizó toda nuestra historia”, afirma Larroque.

Por Lautaro González / Federico Martelli

Es una mañana soleada y otoñal en el barrio Kolynos del municipio de Quilmes. Un centenar de jóvenes de La Cámpora no solo del distrito sino del resto de la provincia de Buenos Aires, se organizan para dar una mano a los vecinos luego del último temporal a principios de abril.  Barridas de calles, trabajos de limpieza, asistencia a los vecinos con chapas y tirantes, recolección de ramas y pintadas de murales fueron las actividades destacadas. 
El lugar de reunión es el club social y deportivo Florentino Ameghino. Desde ahí los que participan en la jornada solidaria se reúnen por provisiones y elementos de trabajo. Por la tarde, una vez que cae el sol, Andrés “el cuervo” Larroque, dialoga con Revista 2016.

¿Qué significó el acto de Vélez?

Es la consolidación de la fuerza política del kirchnerismo o del movimiento nacional y popular en un sentido amplio, pero es la posibilidad que Cristina disponga de una fuerza política que Néstor no tuvo cuando comenzó este proyecto y que costó mucho construir. Los vaivenes de la historia reciente generaron fragmentaciones o divisiones hacia dentro de nuestro espacio político, pero la unidad de concepción y consolidación del voto popular el 23 de octubre del 2011, se cristalizó en una fuerza que tiene capacidad de concentración. A la vez es un espacio que cualitativamente también tiene capacidad organizativa.
En el camino de la unidad por más que haya identidades parciales distintas, todas respondieron al llamo de la Presidenta y esto es importante para escuchar el discurso de Cristina, pero más importante para saber que en cualquier momento se necesita estar de nuevo en la calle. Esa fuerza va a estar ya  que en el día a día son los que predican y defienden lo logrado en estos 9 años y fundamentalmente todas las cuestiones que tienen que ver con la profundización del modelo

¿Cómo ves la construcción del kirchnerismo en la necesidad de consolidar el proyecto?

A partir del la salida del conflicto con la patronal agraria, fue el momento donde se genera el kirchnerismo de la resistencia siendo gobierno, el momento también de una segunda epopeya. La primera epopeya es la de Néstor bajando los cuadros, recuperando la dignidad nacional, y la segunda tiene que ver con esta resistencia. Se aceleró con la muerte de Néstor y los resultados electorales. La nacionalización de YPF como íconos, con Vélez en el medio… Estamos en una tercera fase que es la consolidación de este modelo en el sentido que este proyecto se ha hecho carne en una buena parte de la población, fundamentalmente en los militantes que lo defienden con el fervor y conciencia como no recuerda la política argentina de los últimos 30 años.
En este contexto sea quien sea el presidente en el 2015 la conductora del país, del movimiento, del pueblo argentino y de la política va a ser Cristina Fernández de Kirchner, eso es indiscutible. Habrá que resolver las circunstancias de la institucionalidad política. Está claro cuáles fueron los logros que el pueblo no va a regalar, y lo que la militancia siempre va a defender es la profundización de los lineamientos: promover la defensa de los más humildes e incentivar la producción en el marco de un desarrollo con identidad social.

La concreción de estos grandes ejes en parte pasa por el rol de la juventud. ¿Cuál es el papel y por qué el proceso empuja a que los jóvenes sean protagonistas?

Primero por el cambio cultural. En términos políticos el cambio de la cultura política, la manera y forma de hacer política es nada más y nada menos que recuperar la impronta de la política de los años ´70 o previo al neoliberalismo. Tiene que ver con la aparición de estos actores que no estuvieron involucrados  por lo menos en la parte superestructural de aquella etapa. Lo que no quiere decir que haya compañeros de mayor edad que absorban o puedan abrazar esa misma lógica. Se da en todos los movimientos políticos que pretenden trascender que entienden que las trasformaciones son de fondo. Hay cuestiones que solamente lo puede resolver el tiempo. Cuando Cristina dice Vamos por todo hablamos de un nivel de conciencia en el conjunto de nuestro pueblo que para lograrlo se va a requerir un tiempo. Hoy sabemos que el 54,11 de la población tiene la primera parte clara de la cuestión: de ese 54,11 hay sectores que tienen mayor nivel de comprensión y conciencia, y otros que no. Entonces hay que trabajar para que ese espacio sea de conciencia, organización y participación. Hay que avanzar para que ese porcentaje venga a respaldar este proyecto.
La nacionalización de YPF fue masivamente respaldada y seguramente la respaldó más que el 54 por ciento de la población. Entonces quiere decir que hay espacio del plafón para crecer en cantidad y calidad. Es claro que los pibes que tienen entre 20 y 25 años van a ser los que en 10 o 15 tengan una responsabilidad mayor.

Hoy La Cámpora es un espacio de contención política de una parte importante de la juventud. No solamente lo que están en la organización, sino miles y miles de pibes argentinos que esperan que el proyecto llegue a buen puerto. ¿Cómo viven esa responsabilidad? 

No tenemos ni tiempo en pensar en eso. La verdad que es tanta la responsabilidad y el orgullo. Es una combinación de responsabilidad y de honor que uno siente por estar en ese lugar que quizás no paramos mucho en reflexionar. Tratamos de dar cada minuto en mejorar nuestra militancia, nuestra capacidad y formación, el dispositivo organizativo, etc. En función de eso es tanta la demanda cotidiana que quizás si nos pondríamos a reflexionar nos pesaría más. Hay tanto por hacer que  el trabajo mismo nos libra de ese pensamiento

Vélez fue un ejemplo de la frase de Néstor “que florezcan mil flores”. ¿Qué análisis realizan de esto y cómo debe esta generación garantizar la continuidad del proyecto nacional?

Creo que desde las mil flores pasamos a la etapa de las 6, 7 u 8 flores que se consolidan como núcleo de esas miles de flores y miles de militantes que aparecieron. A medida que avanza el tiempo uno comprende que no solamente es importante la participación política, sino el dejar de tener un rol pasivo frente a la realidad. Hay que perder el miedo a lo que significa la organización. Lo que hemos logrado es que no solamente sumamos a la participación como se venia realizando en lo últimos dos años, sino que en los últimos meses se ha comprendido la importancia de ser parte
El kirchnerismo sintetizó toda nuestra historia. Ha logrado absorber contradicciones que en algún momento del desarrollo del siglo XX inclusive se dieron entre fuerzas que quizás reclamaban cuestiones a fines pero que después las prácticas y metodologías la diferenciaba. Es decir que había un radicalismo que reivindicaba aspecto del nacionalismo popular en un momento, había un socialismo, un comunismo, o humanismo que reivindicaban cuestiones que uno decía que el peronismo planteaba lo mismo. Lo que sucede es que el peronismo fue el que encontró la matriz de ejecución de esas ideas y los otros se quedaron en esas ideas. Muchos perdieron la capacidad de vincularse con la realidad y el peronismo las puso en ejecución. Ideas liberadoras de carácter social.
Hoy el kirchnerismo nos ha permitido a la vuelta de la historia poder tenderle la mano desde el peronismo. Porque Néstor y Cristina vienen del peronismo. Entonces en esta situación nosotros somos muy amplios a la hora de entender que eso nos tiene que llevar a no perder la unidad de acción. Muchos apoyan a Cristina desde distintos lugares. Nosotros entendemos que hay que seguir avanzando porque de última si la idea es la misma, la idea de profundizar este modelo, hay que buscar la manera de que los mecanismos de ejecución sean más o menos posibles para efectivizar a la hora de golpear.
En esa tarea estamos inmersos, tenemos unidad de concepción, tenemos una parcial unidad de acción en grandes temas y requerimos que esa unidad de acción se traslade hacia lo más concreto y la más pequeña acción militante. Es decir, que en un barrio todas las organizaciones trabajen en conjunto. Ahora, todos marchamos juntos por la nacionalización de YPF pero por ahí algunos compañeros en su distrito trabajan de manera especializada.

Publicada en Revista2016 / nº 50 
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