martes, 18 de octubre de 2011

Cuando la juventud se pone en marcha


Juventud y Gestión en la Argentina del Bicentenario

Cuando la juventud se pone en marcha

Por Lautaro González / Fotografía: Justine Burgos


Laura Braiza es la máxima autoridad de la Dirección Nacional de Juventud (DINAJU) que depende del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. Este espacio lleva adelante las políticas públicas juveniles y promueve la participación y organización de los jóvenes de todo el país. 2016 dialogó con Braiza acerca del futuro de la juventud, el legado de Néstor Kirchner y el país que se viene de cara al Bicentenario de la Independencia.


Es una tarde fría de agosto con cielo despejado en la ciudad de Buenos Aires. Las repercusiones post ballotage porteño no parecen ni siquiera rasguñar el humor y la predisposición de todo el equipo que integra la DINAJU. La cita es por la tarde en el edificio ANMAT en Avenida de Mayo, por donde miles de organizaciones políticas, sociales y culturales de la juventud, por diversos motivos, marcharon a lo largo de la historia de las luchas sociales argentinas.


Con todo este peso, Laura Braiza, nos abre las puertas. Acaba de participar en la Asamblea General de Naciones Unidas en el encuentro “La Juventud: diálogo y comprensión mutua”, donde Argentina preside el foro de los países en vías de desarrollo. Al mencionar la experiencia vivida su boca se llena de emoción con una sola palabra: orgullo.


¿Cuáles son los principales objetivos de la DINAJU? ¿Desde qué lugar se para la Dirección al vincular las políticas públicas con la juventud?


Incentivamos la participación juvenil en todo el país. Sabemos que esta participación se da con distintas formas y expresiones. Por eso es importante acompañar este proceso como aprendizaje en colectivo.

Desde el 2003 el Estado incentiva las diferentes formas de participación de la comunidad en general y pone el eje en los jóvenes como actores estratégicos de desarrollo en cada una de las comunidades. Al pensar a los jóvenes con estas características trabajamos con diferentes líneas para promover esta participación. Así afianzamos las diferentes formas de participación popular. Por eso la participación solidaria, formación y organización popular son nuestros grandes ejes.

Entendemos que la participación tiene que tener un salto cualitativo y que debemos reforzar las herramientas de trabajo y formación ya que los procesos de organización popular son los que sostienen un proyecto como éste.


¿Con qué otros espacios institucionales articulan sus programas?


Trabajamos en dos niveles: primero en la responsabilidad que tiene la DINAJU al vincular las diferentes líneas, programas o planes que se implementan desde cada uno de los ministerios dirigidos a los jóvenes. Debemos lograr la especificidad de cada uno de los ministerios en el territorio. Es el desafío por construir un Estado nacional y popular con responsabilidad integral.

Además trabajamos con organizaciones de jóvenes, las direcciones o áreas municipales y provinciales, además de todas las organizaciones sociales y políticas juveniles en todo el país. Comprendemos la importancia que hoy tienen los jóvenes en términos de participación y construcción histórica de este momento.


¿Por qué es imprescindible tener políticas sociales que organicen a la juventud y la nutran como actor social?


Néstor lo sintetizó en la frase que dice que “cuando la juventud se pone en marcha, el cambio es inevitable”. La capacidad de transformación y creatividad que tenemos como jóvenes, el amor, la alegría y la convicción por lo que hacemos es fundamental para lograr un país más igualitario. Ver a la juventud organizada en los diferentes momentos de nuestra historia es ver los momentos de quiebre y de cambio a la hora de pensar los momentos políticos. Tal vez lo más cercano y reciente son los jóvenes de la generación de los años `70. Nosotros pensamos esos ideales en nuestro momento histórico, desde una construcción cotidiana, con la necesidad de juntarnos con otros para ver la fuerza transformadora que eso genera.

No creo que Cristina nos ponga la responsabilidad de ser la garantía de la consolidación de este proyecto político a los jóvenes por tener esta condición. Lo hace porque está convencida que podemos mejorar el destino del país y terminar con la pobreza definitivamente. Esa es la fuerza que tenemos en términos generacionales. Nuestra ministra Alicia Kirchner es un ejemplo: no importa la edad sino desde dónde uno entiende lo que se hace y cómo.


¿Cuáles son los avances a destacar de tu gestión y qué resta por hacer?


Estamos por cumplir un año desde que asumimos. Lo hicimos el Día Nacional de la Juventud, el 16 de septiembre, con un recorrido de los últimos meses muy convulsionado. Con mucha participación y presencia de los jóvenes en los diferentes espacios, incluso en medios donde no cuentan la historia como la contamos nosotros. Pese a eso fue inevitable contar con la participación de los jóvenes.

A nivel internacional se reconoce la participación de los jóvenes argentinos no solamente en los procesos de organización territorial sino en los procesos de toma de decisiones. En esto Argentina viene en avanzada: tenemos jóvenes formados para asumir espacios de decisión política y de gestión.

También trabajamos en lugares en los que el Estado todavía no estaba presente con jóvenes que se acercaron y aportaron para la construcción colectiva como fue el Encuentro Nacional de Juventud. Estos jóvenes entienden el Estado como lo entendemos nosotros porque en estos ocho años han pasado a no tener nada en su comunidad a tener un Estado presente. No solamente en la estructura física sino en la posibilidad de ser sujetos de derechos, conquistarlos y aprender a trabajar para modificar su propia realidad.


¿Cuál es el rol institucional que deben cumplir los jóvenes dirigentes en la Argentina del Bicentenario?


Entendemos que la responsabilidad de la gestión es circunstancial. Uno está en lugares de decisión de forma circunstancial y desde ahí hay que aportar al proyecto político. Entendemos que este Estado presente tiene un recorrido por delante y necesita de jóvenes y actores sociales comprometidos con una forma de hacer política como herramienta de transformación social. La política es gestión, tenemos un Estado que gestiona, construye escuelas, cloacas y piensa a la Asignación Universal por Hijo. Pensamos nuestro país más allá de un gobierno. Debemos avanzar con esto para la definitiva consolidación de la Argentina.

A nivel regional hay países que no tienen lo que nosotros tenemos. Desde ese lugar debemos pensar en consolidar las políticas de juventud y del Estado en general, construir una lectura del territorio y pensar la estrategia. Esa es la profundización de un modelo económico con inclusión social.


¿Cuál es tu opinión acerca del tratamiento que le dan algunos medios televisivos a la violencia juvenil?


Hace muchos años que se discute la concepción de las políticas públicas de juventud: desde qué enfoque construir o planificar esas políticas. Parte de la posición que tienen esos medios, de pensar al joven como un problema, unido al delito o al consumo de sustancias, tiene que ver con una concepción ideológica. El rol de la juventud que construyen los medios es del pibe que te roba en la esquina, desligándolo de un modelo económico y político que lo formó como tal.

Con la Ley de Medios se instala la discusión en el territorio desde otro lugar: se piensa la producción de contenidos. Trabajamos en el plano audiovisual, radial y gráfico. Construimos contenidos para contar nuestra propia historia. Hace poco tuvimos un Congreso de Comunicadores Originarios donde la juventud discutió no sólo cómo construir nuestra historia sino también el respeto por otras culturas. Eso los medios monopólicos no lo cuentan. Ponen al joven en un lugar de conflicto y no de construcción política y social. Tiene que ver con una forma ideológica de entender al país, que no quiere la inclusión social, que se disgusta con la conformación de universidades nacionales con acceso gratuito a todos los jóvenes. Los medios monopólicos construyen al joven como peligro y no como enfoque positivo de lo que puede hacer la juventud cuando se compromete.


¿Cómo ves el panorama político de cara a las elecciones de octubre?


Tenemos la posibilidad de volver a comprometernos en la profundización de este proyecto. En todo el país muchos jóvenes acompañan y se identifican con Cristina, como se identificaron con Néstor y salieron a decirlo. Reconocemos en Néstor y en Cristina un proyecto político que nos da la posibilidad de volver a creer en la política.

Es mucha la gente que reconoce cómo estábamos en el 2001, cómo estábamos en el 2003 y cómo estamos hoy. Retomamos las banderas del peronismo y tratamos de hacerlas efectivas con la realidad que nos toca. Eso es algo que la sociedad lo reconoce, y si acompañamos a Cristina en octubre vamos a poder profundizar un país más igualitario.


Es notable la valoración política que hizo Néstor Kirchner en relación a la juventud. ¿Qué cambios crees que hubo en la conciencia política de esta generación con la muerte del ex presidente?


El héroe colectivo marca el horizonte. El Néstornauta adaptado a nuestra vida marca cuáles son los ideales. Era algo que se acompañaba desde el 2003 cuando se generaban estos niveles de participación y que se hicieron visibles a partir de la desaparición física de Néstor. Hubo una necesidad de salir a apoyar el proyecto y con una mística que contagia. Muchos nos miran e intentan entender nuestra militancia. Es volver a enamorar a otras generaciones: en la plaza se conjugó una generación joven que vuelve a la política y otra generación que la había dejado por el terrorismo de Estado. La política volvió a estar sobre la mesa y a cruzar a la sociedad. De eso no hay vuelta atrás. Se recuperó la como herramienta de construcción y formación de derechos.


Hace poco la Presidenta se posicionó como el principal motor para el trasvasamiento generacional. ¿Qué país nos dejará en el 2016 cuando se cumpla el Bicentenario de la Independencia?


Vamos a tener un país mejor porque vamos a construir lo que nos falta. Desde el Bicentenario volvimos a tener la gente en la calle y particularmente a la juventud; en las plazas, celebrando las fechas patrias a conciencia. Pensamos a nuestra patria como integración regional que define su identidad en la recuperación de los derechos para hacer grande al país y continuar escribiendo nuestra historia.


Publicado: Revista 2016, www.revista2016.com.ar #48 octubre 2011

jueves, 12 de mayo de 2011

Política y Juventud, Revista 2016






REBELDES Y OFICIALISTAS
Por: Lautaro González / Colaboración: Gastón Moreyra

Son jóvenes que no superan la barrera de los 30. Piensan al país desde la dura experiencia de la resistencia al neoliberalismo en los ´90 y el advenimiento del Kirchnerismo como renovación política del siglo XXI. Hoy en 2011, plantean el rol central de la juventud en los esquemas orgánicos e institucionales de poder, sin dejar al clasismo como columna vertebral para profundizar el proyecto nacional hacia el 2015.

No es una mañana cualquiera en el barrio de Congreso en Capital Federal. Se cumplen 35 años de la última dictadura que marcó un antes y después en la vida política, social y cultural en Argentina. Un antes y después en la construcción del futuro del país, y como bisagra en la relación de los jóvenes con la política.
Es una mañana a pleno sol y la entrevista está pautada con León Grosso de la JP Evita, Juan Miguel Gómez de la JP Descamisados y Federico Sánchez de la Juventud Sindical que lidera Facundo Moyano. Se respira un clima cordial donde el feriado nacional transmuta en jornada de lucha. En la mesa hay distintos materiales y el mate oficia como elemento integrador que abre la charla.

2016: Estamos en una fecha especial donde 35 años después del golpe la juventud aparece como actor social de cambio, como motor de la historia. ¿cómo viven ustedes la participación de la juventud en la política nacional?

León Grosso (JP Evita): Se da en un proceso de participación política de una generación que en su gran mayoría creció en un nuevo escenario social, económico y político, desde 2003 hasta acá. Muchos se recibieron, están en la Universidad, hicieron los primeros años con el Kirchnerismo. Ahí se dieron una cantidad de cuestiones que hacen que se reconstruya el vínculo de la política con la sociedad en su conjunto.
Es natural que los pibes empiecen a participar activamente de este proceso después de haber quedado desencantados de la política tradicional, de la “pizza y champagne”. Aunque esto, a veces, no es garantía de nada. Un ejemplo es Patricia Bullrich que fue parte de esa “juventud maravillosa” pero después ya vimos cómo terminó.

Juan Miguel Gómez (JP Descamisados): Nuestras organizaciones tienen el objetivo de darle poder a los trabajadores y a los humildes. Los gobiernos pueden generar las condiciones y demás, pero si no tenemos la relación de fuerzas no podemos transformar nada. La historia la cambian los pueblos no un gobierno.
Esta oleada de jóvenes nos permite insertar la discusión e incorporarlos a la militancia. Debemos abordarlos en función de garantizar que no se vayan a cualquier lado. Es bueno que existan jóvenes independientes pero para transformar un país necesitamos que se organicen.

Federico Sánchez (Juventud Sindical): Desde el 2003 hasta esta parte algo enamoró no solamente a la juventud que pertenece a un sector mucho más grande que es el movimiento nacional que quiso ser aniquilado físicamente en los ´70, y vaciado ideológicamente en los ´90. Un movimiento nacional que desde el 2003 hasta esta parte empezó a reconstruir esa historia con un anclaje histórico, sabiéndonos herederos de esas luchas que encarnaron antecesores nuestros que es lo que se defiende ahora. Lo que enamoró es la vuelta a la política. La política no es un candidato, una imagen o una encuesta: Es la organización popular para defender y tocar determinados intereses.
Este gobierno le devolvió parte de la dignidad al pueblo argentino. Un instrumento valioso como las paritarias, medidas distributivas como la asignación universal por hijo (AUPH), etc. Dejamos de depender del FMI.
La juventud es heredera de esa línea histórica, de ahí venimos. Todo lo que somos hoy con la vuelta a la política, con el “flaco” que puso “pelotas” armando y construyendo desde la política. Cuando murió Néstor se escucharon desde varios medios, esa celebración de lo espontáneo.

2016: Cierto discurso mediático ve al “independentismo” como algo superior a la organización partidaria. ¿Cómo ven esta situación?

FS: Es el discurso de los medios hegemónicos donde se plantea una contraposición, sobre todo en el momento de la disputa por la 125. En ese escenario el discurso con el que bombardearon fue que la gente se movilizaba espontáneamente contra lo organizado. Es lógico que los grupos concentrados vean como enemigo a los sectores populares y a la organización de los trabajadores porque es desde ahí donde se le pueden recortar sus intereses económicos. Otros sectores absorben ese discurso como propio en detrimento de la organización popular.

2016: ¿Cuáles son las principales tareas que hoy debe llevar adelante la juventud organizada?

LG: Tenemos un deber histórico, es el rol de la juventud como proyecto político. Tenemos la obligación de armar una fuerza política que plantee los avances necesarios para todas las medidas que faltan. La juventud como actor circunstancial tiene que avanzar en la profundización. Nadie se compromete en un proceso político que no le transforma la realidad cotidiana.

JMG: El Kirchnerismo avanzó en esa ecuación, logró el equilibrio entre el crecimiento macroeconómico y lo volcó a la gente a través de la distribución. Debemos dar discusiones concretas hacia la distribución de la riqueza y de la tierra como una cuestión central, y la recuperación de los recursos naturales. Tenemos que consolidar las herramientas necesarias que nos permitan ser “Mascarón de proa” de las discusiones que el pueblo tiene que dar hacia una sociedad más justa. Esto es como una bicicleta: si no pedaleamos para lograr mayores conquistas sociales, este modelo no se sostiene, retrocede. Esto lo leyó Néstor Kirchner y por eso avanzó con la AUPH que le cambió la vida a millones de pibes.

FS: La juventud va a avanzar si sigue en el centro de la historia. Debemos construir un proceso de transformación que dure 40 años, que estabilice al país. Esto que dijo Cristina en Huracán “debemos institucionalizar la transformación”, nosotros lo planteamos siempre.
Hay intereses que todavía no se tocaron. Hoy tenemos miles de pibes que no trabajan ni estudian. La mejor manera de bancar a Cristina y darle estabilidad a este proyecto político es construir la fuerza popular necesaria para profundizar el modelo.

2016: ¿Qué abarca el concepto “profundizar el modelo”?

FS: Según el Ministerio de trabajo el 34% de los trabajadores están en situación informal y de ese porcentaje el 70% son jóvenes entre 18 y 23 años. Pelear contra eso es profundizar el modelo. Debemos tener una nueva ley de identidades financieras. Que se conciba la actividad financiera como un servicio público. La participación de los trabajadores en las ganancias de las empresas. Lo dijo Néstor en un acto el año pasado: los trabajadores deben ver los balances. Lo que más le duele a la UIA es que los trabajadores tengan participación en esas decisiones. Que se aplique la ley que es envidia en el mundo que es la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y encarar también una Ley de Renta Agraria en nuestro país para redistribuir la riqueza.

JMG: Nosotros estamos muy contentos con la AUPH pero creemos que esa es una medida coyuntural. Queremos que los pibes tengan trabajo e iguales derechos, pero nos gustaría que sean las empresas y no solamente el Estado el que otorgue ese beneficio. Una consigna sería “lo mejor está por venir”.

LG: La profundización no es una cuestión abstracta sino que toca intereses concretos. Construir la fuerza necesaria y organizada para avanzar en la disputa de intereses concretos. La participación en las ganancias es una cuestión central para disputar la estructura de la riqueza, la idea de propiedad en el país. Ir en contra de la extranjerización de la tierra que hoy es un flajelo.

2016: ¿Se puede ser rebelde y oficialista al mismo tiempo?

JMG: Hoy en Argentina el proceso de transformación pasa por Cristina. No se puede ser rebelde y no oficialista porque sino terminás siendo funcional a la derecha como por ejemplo, lo que hacen algunos sectores de izquierda que están en contra de este proceso histórico. Esto es algo que pasó en toda Latinoamérica con todos los procesos populares y democráticos que se canalizaron a través de los gobiernos. Es desde el poder del gobierno que empezamos a dar determinadas peleas contra las corporaciones. Empezamos a rebelarnos.

FS: Falta mucho. El Estado es un espacio contradictorio con funcionarios que juegan para el enemigo, son funcionales a ellos. Esa transformación se va a dar a medida que nosotros avancemos. Tenemos que meter el conflicto social dentro del Estado. Para tener una política hacia los indígenas es mejor que esté un indígena. La mitad del gabinete de Perón fue integrado por trabajadores y ellos eran los protagonistas de la historia. Cualquier buen peronista se va a rebelar ante la injusticia, ayer, hoy y siempre.

LG: El discurso que se quiere instalar en los medios es la idea de que el Estado es el factor central de poder, una idea para devastar a la política. El Kirchnerismo se planteó dónde están los focos de poder, si está en el gobierno o las corporaciones que con su accionar condicionan a los gobiernos. La Ley de Medios es una discusión central para ver por dónde pasa el poder. Los medos tienen hoy una capacidad de influencia en la gente. En ese marco se puede ser rebelde y oficialista porque este gobierno consolidó un proyecto político a partir de niveles de organización y convocatoria de nuestro pueblo para la luchas contra los poderes fácticos que son los que determinan las causas de los males en Argentina. Tenemos un proceso político que permite la incorporación de los trabajadores a un Estado que se pone a favor de los intereses populares.

2016: ¿Cuál será el rol de la juventud organizada en las elecciones de octubre?

JMG: Hoy tenemos un Estado que sigue con contradicciones. Funcionarios que ven al Kirchnerismo como una manera de sostener su puesto individualmente, y eso entra en contradicción con la construcción de este gobierno y de la lucha de todo el pueblo. Por eso el Estado necesita una disputa de fuerzas internas. Es importante que lo jóvenes ocupen cargos en el gobierno, no como jóvenes sino como representantes del pueblo que cumplen un rol en términos colectivos.

LG: Nosotros decimos que hay que construir una lista que exprese la pelea que se viene dando. Hoy con la capacidad de traccionar votos que tiene Cristina y la instalación del proyecto es un buen momento para construir listas que expresen esto.

FS: Naturalmente este proyecto va a aportar sus mejores dirigentes, pero van a salir de la base y no por decreto.

El encuentro llega a su fin. Se acercan varios militantes para ultimar detalles de las actividades del día. Por la tarde madres, abuelas, familiares y distintas expresiones políticas y de derechos humanos recordarán a los cientos de jóvenes desaparecidos bajo las garras de Videla, Massera y Agosti. Esos que ya no están pero que dejaron su lucha como legado, como jardín intacto para renacer en él una, dos, tres, mil flores más.


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Publicado Revista 2016, mayo 2011.

lunes, 11 de abril de 2011

San Luis: entrevista a Toto Orellano y Tito Roca



“Adolfo llegó al poder gracias a la junta militar”

Por Lautaro González


En diálogo exclusivo con 2010, ambos referentes políticos de la oposición a Rodríguez Saá en San Luis, analizan la realidad de la provincia. El rol de la juventud, los recursos nacionales apropiados por el oficialismo y el monopolio existente de los medios de comunicación en manos del poder puntano.


2010: ¿Cómo es la situación en San Luis de cara a las próximas elecciones?


Tito Roca: Creo que el pueblo de San Luis está encaminado para liberarse del feudo y de tantos atropellos que ha sufrido no sólo el pueblo peronista que quiere reivindicarse, sino también los radicales bien intencionados y todos los partidos políticos que quieren hacer de esto otra provincia, y no un feudo como es actualmente. Si los sectores protagonistas de la política de la provincia se llegan a unir y logran coordinar una política común por el bien de la provincia, este feudo no existe más. Se tienen que ir. Si se van por un candidato u otro es cuestión de la política, pero no del pueblo. Porque el pueblo está totalmente de acuerdo de que esto debe dejar de existir.


2010: ¿Cómo es posible desentrañar este esquema de gobierno?


Toto Orellano: La familia Rodríguez Saá que está en el gobierno desde hace 30 años es una familia de origen conservador. Ya los combatió Perón en los ´40 y el conservadurismo en ese momento dejó de existir. Después se disfrazó. Se puso la “careta” peronista para volver al poder. Son expertos en manejar el poder en la república. Ante un pueblo peronista, de trabajadores, de nuevos políticos de dirigencia incipiente, ellos toman el poder con absoluta comodidad y se saben enquistar en el poder con las dádivas, imprimiendo pobreza en el pueblo. San Luis debe ser la provincia más pobre en el país. Tiene el índice de desocupación más alto del país. Por más que lo presenten en los medios que ellos digitan, la cantidad de gente en planes con inclusión social en San Luis, llega a un 30, 40 % de la población activa para trabajar. Y lo presentan como que la desocupación está en un 3 o 4%. No hay un trabajo genuino para la dignidad de la sociedad puntana que pueda desarrollarse libremente. La familia puntana está atravesada por este tipo de gobierno y con la inseguridad de la estabilidad de trabajo que tienen tanto los maestros, la parte sanitaria de la provincia, hospitales, seguridad. Toda la administración pública tiene una condición laboral deplorable. Esta gente no puede ni siquiera opinar porque sino los denuncian y desaparecen del sistema.


2010: A principios de los `80 formaste parte de la estructura gubernamental como ministro de Industria. ¿Cómo fue la experiencia en esa etapa, difiere mucho de la de ahora?


Tito Roca: Difiere totalmente. En primera medida en el `83 el que sube a la provincia de San Luis es el peronismo, con un candidato disfrazado de peronista que era Adolfo Rodríguez Saá y en los primeros años quiso continuar con lo que hizo Perón y Evita en cuanto al desarrollo del país. Al poco tiempo de andar mostró la intención de esta familia conservadora que era perpetuarse en el poder, practicar el amiguismo como sistema de Estado y el clientelismo político para dominar a la sociedad. Es una provincia que ellos mismos la empobrecen a propósito y la única oportunidad que les queda es depender del Estado con algún plan social.


2010: ¿Cómo observás el armado político de la oposición para la disputa del poder de cara a las próximas elecciones?


Toto Orellano: Coincido en que hay un desgaste muy grande en los últimos 20 años en el que se cometieron muchos atropellos. A nivel partidario persiguieron y echaron muchos compañeros. Al poco tiempo de tomar el poder empezaron a cambiar. Cambiaron a los peronistas por los amigos personales y por la familia. Desapareció el Partido Demócrata Liberal y todos los partidos en donde se fueron infiltrando hasta hacerlos desaparecer. Comprándoles gente, poniéndolos un tiempito de ministro, de diputado o en algún cargo y después que te fuistes, tu partido de origen no existía más. Hay partidos que han quedado para beneficio familiar y así han ido destruyéndolos.


2010: Ustedes que vienen de la militancia de los `70 con una tradición de lucha importante ¿Cuál era la actitud de la familia Saa en la lucha por los derechos humanos y por las reivindicaciones políticas de los `70?


Tito Roca: Respecto a los derechos humanos creo que ellos han sido bastante cínicos. Compartieron la actitud de la junta militar. Adolfo llegó al poder porque la junta militar lo nombró apoderado del partido. Nadie sabía qué acuerdos podía tener en ese momento con los militares. Cuando había elecciones internas eso estaba convenido. Aún perdiendo las elecciones, las terminaba ganando. Es evidente que tuvo una relación con ellos. Con los derechos humanos jamás hubo una actitud ni de Adolfo ni de Alberto con respecto a ello.


2010: ¿Qué actitud tenían con respecto a las organizaciones políticas que en ese momento formaban parte de la juventud peronista como Montoneros, FAP y FAR?


Tito Roca: En esa época militaba en Montoneros. Adolfo llega a ser diputado con la Juventud Peronista de la Tendencia, o sea con Montoneros. El diputado que habíamos elegido era el hijo del primer diputado peronista: asume como diputado y es nombrado a su vez presidente del bloque justicialista. Cuando se lanza la JUP en el año 73 fue en un acto en la facultad de derecho de Bs. As. y Adolfo manda una adhesión como diputado del PJ. Un poco se sorprendieron los compañeros con esta acción. Después del episodio de Ezeiza, por cuestiones internas el deja de pertenecer a la juventud peronista y pasa a pertenecer a otros sectores. Después arregla con López Rega que manejaba todos los subsidios hacia las provincias.


2010: ¿Cuál sería la clave en el armado político de la oposición de cara a las próximas elecciones?


Toto Orellano: Está en la base peronista que gracias a Perón y Evita nos han dejado en el pueblo. Tenemos que volver a buscar a los compañeros peronistas marginados de este feudo. La política a nivel nacional tiene que impregnarse en el pueblo de San Luis y los peronistas salir a defenderla como propia. Son muchos años de desquicios, de persecuciones, de compras de voluntades en la provincia. No es fácil pero creemos que con sacrificio y voluntad vamos a lograr derrotarlos, por nuestros hijos y nietos. En San Luis de una vez por todas tiene que reinar la democracia. El pueblo tiene que asumir el poder y acabar con el feudo que gobernó esta provincia durante tantos años. No debe haber una provincia en Argentina sino en Latinoamérica tan aplastada como San Luis. Con obras faraónicas de un pueblo marginado. No podemos soportar ya semejante inequidad social.


2010: ¿Cuál es el mensaje del resto de las localidades del interior de San Luis?


Tito Roca: La gente tiene necesidades, hambre, hay educación insuficiente. El sueldo de los maestros es indigno. El estatuto fue anulado. O sea que para adentro, para la gente humilde que trabaja hay una gran injusticia. Todo eso ha ido generando ese rechazo que hay ahora. Toda la provincia quiere un cambio. Se espera más libertad. Estamos cansados de esta familia autoritaria, mentirosa. Ellos convocan a una elección interna cuando quieren, y sino hacen un simulacro de elecciones internas. El peronismo particularmente está muy cansado y la gente común también. Esta es una oportunidad única que tenemos hoy que no se si se va a volver a repetir.


2010: ¿Ven como necesario convocar a otros actores políticos y sociales para formar un frente de unidad con vistas a 2011?


Toto Orellano: Me parece que hoy tenemos que estar todas las agrupaciones políticas para desalojarlos y después se verá qué hacer, y se discutirán las diferencias internas o la manera de dar más participación al pueblo. En la actualidad el gran escollo de la provincia se llama Adolfo y Alberto Rodríguez Saá y el que no lo entiende así es porque está o intenta pasarse al poder hegemónico.


2010: ¿Cómo es la situación de los medios de comunicación en San Luis?


Tito Roca: Están absolutamente gobernados por la familia dominante. Uno muchas veces ve por los medios nacionales la batalla que viene entablando el gobierno para poder armar una prensa que sea más participativa, inclusive con el pueblo. Una prensa que pueda opinar, disentir o escuchar otras voces que no sea la de un poder hegemónico que te impone lo que ellos necesitan y les gusta. En San Luis es peor porque manejan las radios, la TV, los diarios. Circulaban cuatro diarios y los terminaron comprando los hermanos Rodríguez Saá. Dejaron uno solo que es el vocero oficial de la provincia. Todos ellos mantenidos con los recursos del Estado. Ellos pagan programas para promocionar la candidatura de Alberto Rodríguez Saá a la presidencia como por ejemplo el de Nelson Castro, el de Hadad, Grondona con el dinero del pueblo de la provincia. Cuando vos tenés el 30 o 40% de la población activa dependiendo de un plan social es porque la provincia está destruida. Ellos la destruyeron durante su gobierno. El pueblo fue un mudo testigo de las maniobras especulativas de esta gente. Esa es la realidad que vivimos en San Luis y es muy doloroso.


2010: ¿Cómo se hace para desenmascarar la utilización de recursos del Estado como parte de las políticas públicas del gobierno provincial?


Toto Orellano: Los recursos nacionales siempre han sido manejados discrecionalmente por la provincia, por la familia gobernante. Si viene plata para San Luis, ellos la utilizan para hacer obras faraónicas y publicitarlas a nivel nacional. Si viene plata para educación, la utilizan para hacer autopistas donde no circula nadie. Esto es una constante y gastan plata en publicidad para tener comprado los medios hegemónicos del país que se venden al mejor postor para promocionar estas obras faraónicas. Dan una imagen hacia el resto del país que es una provincia floreciente y en realidad el pueblo puntano sufre esto. Es una provincia empobrecida y que no tiene desarrollo económico. Que por dos pesos pueden venir los grandes monopolios a comprarse todas las tierras a invadir la provincia porque el pueblo está pasando hambre.


2010: ¿Cuál es el rol de la juventud y qué lugar deben recibir los jóvenes en este proceso político?


Tito Roca: Por supuesto que deben tener un rol destacado. Los jóvenes están tomando conciencia de los problemas y vemos con mucho agrado que se haya sumado mucha gente joven a este reclamo de cambio que se necesita. Lo vemos con mucha alegría porque vemos que ahora quieren participar.


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Publicado en Revista 2010- diciembre 2010-