sábado, 28 de marzo de 2009

The Adicts en Argentina


Glamour, potencia y alegría

El 27 de marzo no será una fecha más en la vida de los seguidores de The Adicts. Los ingleses liderados por Monkey, se presentaron por primera vez en suelo argentino en las instalaciones de Superrock, en pleno centro porteño, y desataron una fiesta incomparable como hacía varios años no se veía en el género.
Los ingleses, nacidos al calor de la escena del `77, supieron ganarse rápidamente un lugar en el corazón del punk rock local compitiendo a la altura de The Toy Dolls, Die Toten Hosen o los mismos Ramones.
Monkey, una verdadera fuerza artística arriba del escenario, deleitó al público presente con disfraces de joker, serpentinas, papel picado y pelotas de plástico gigantes durante todo el concierto. El vestuario del resto de la banda (Kid Dee- batería, Pete Dee- guitarra, Scruff-guitarra, Olga Adict-bajo y Danny Graciani- violín y teclado), muy al estilo "La naranja mecánica", nunca pareció ser un elemento contradictorio al género, sino todo lo contrario. Además hubo lugar para todos lo clásicos de la banda hasta la fecha.
El cierre fue como el comienzo. De la mano del violinista Danny Graciani, The Adicts puso toda su experiencia y criterio al interpretar el Himno de la Alegría de Ludwig Von Beethoven incluida en la película de Kubrick y que Los Violadores también supieron adaptar en “1, 2, Ultraviolento”. La fiesta fue total.

Proximamente en Revista 2010

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jueves, 26 de marzo de 2009

Pauline Black, Doreen Shaffer y Dancing Mood


Demasiada presión

El viernes 20 de marzo dos estrellas brillaron en la calurosa noche del ska abanderado por los locales Dancing Mood. Pauline Black, vocalista líder de The Selecter, que junto a The Specials y Madness supieron conformar la 2 Tone a fines de los `70 y principios de los ´80, se presentó antes que Doreen Shaffer, de The Skatalites, otra mítica banda de la escena.
En el marco de los 30 años de la fundación de los 2 Tone, la “diva del ska” inauguró una velada a puro baile y deleitó a todos los presentes que acudieron al Teatro de Federico Lacroze y Alvarez Thomas, con los clásicos de la banda más algunos temas solistas. Pauline estuvo acompañada por músicos del ska y reggae argentino como Los Cafres y Satélite Kingston.
Luego fue el turno de Dancing Mood quienes además de tocar meticulosamente como una orquesta sinfónica, presentaron varios invitados. Entre ellos estuvo Pablo Lescano, fundador de Damas Gratis.
El momento inolvidable se vivió al cierre del show, cuando Doreen Shaffer, coreada por el público tal número 10 de un equipo de fútbol, hizo transpirar a la hinchada hasta el final con algunos clásicos de The Skatalites y otros hits individuales. Demasiada presión para bailar sin parar en una noche inigualable e irrepetible para el ska- reggae local.
Próximamente publicado en Revista 2010
Nº 26 abril- 2009
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sábado, 14 de marzo de 2009

Medio ambiente

Cambios climáticos y desarrollo sustentable en la era de la velocidad


En el comienzo del siglo XXI el ser humano transita por uno de sus principales desafíos: qué mundo dejará para las futuras generaciones. En Argentina las consecuencias climáticas están a la orden del día: veranos largos e inviernos cálidos, tormentas repentinas, sequías, aludes e inundaciones, muestran la cara más cruda del fenómeno. De esta manera el desarrollo sustentable aparece como una pieza vital para armar el rompecabezas ecológico de la humanidad.

El futuro llegó hace rato. El uso indiscriminado y desorganizado de los recursos naturales y la industria delimitaron un escenario alarmante en Argentina y el mundo. Las proyecciones muestran que, en la mayoría del país, las precipitaciones han aumentado junto a las temperaturas mínimas y máximas, mientras los vientos que suben de sur a norte, incrementan el clima de 2 a 5 grados.
Según estimaciones del Centro de Investigaciones del Mar y la Atmósfera (CIMA), instituto compartido entre el CONICET y la UBA, con el aumento de la temperatura media anual, para el año 2080, se incrementará aún más la máxima fruto de la emisión de gases de efecto invernadero -GEI- (autos, fábricas y todos los derivados del petróleo).
En la diferencia del consumo por habitante, como bien lo dicta la Convención sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas, aparecen responsabilidades y obligaciones diferentes entre las naciones, pero comunes para todos los países: China desplazará pronto a EE.UU. como primer contaminante de gases, mucho antes de arrebatarle el primer puesto en la economía mundial.
El impacto más grave golpea en la extinción masiva de especies y ecosistemas que alcanzaría, hacia fin de siglo, a la tercera parte de la biodiversidad del planeta. Para apreciar la magnitud de esto se debe considerar que los hidrocarburos proveen el 85 % de la energía que usa la humanidad y que en las próximas décadas se debería reemplazar la mitad de la misma por otras fuentes y dejar de usarlos totalmente hacia mediados de siglo.

Sustentabilidad y desarrollo organizado

Si bien la sobreexplotación de los recursos naturales va de la mano del desarrollo capitalista, no es exagerado afirmar que una de las causas principales del cambio climático es el proceso de industrialización iniciado en Inglaterra en el siglo XVIII, y en particular, la combustión de cantidades cada vez mayores de petróleo, gasolina y carbón, sumado a la tala de bosques. Es por eso que el advenimiento de una era con niveles de sufrimiento humano y degradación ecológica inaceptables puede estar a la vuelta de la esquina. La respuesta es compleja porque la humanidad debe encontrar la llave que cambie las modalidades de vida y de interacción comercial si quiere que esto no suceda.
Con la celebración de la Primera Reunión Mundial sobre Medio Ambiente en 1972, la llamada Conferencia sobre el Medio Humano, celebrada en Estocolmo, nace la idea de desarrollo sostenible o sustentable. En lo que se refiere a la dimensión humana, el desarrollo sustentable avanza en el progreso significativo hacia el logro de poblaciones estables.
Por ello, en el plano ambiental, el ser humano necesita proteger los recursos naturales para la producción alimentaria y de combustibles, sin dejar de expandir la producción para satisfacer a poblaciones en aumento. Cabe recordar que en 500 años la población mundial creció de 400 millones a 6.500. La tarea no parece sencilla.
En un principio la idea de sustentabilidad descansaba en términos ecológicos, aunque con escaso énfasis en el desarrollo económico. Este enunciado contemplaba el mantenimiento de los procesos ecológicos, el uso sostenible de los recursos y la subsistencia de la diversidad genética. Pero la combinación de un crecimiento sostenible no es producir menos, sino hacerlo de forma diferente, integrada.
El concepto de desarrollo sustentable se establece así como "el desarrollo que integra las necesidades del presente sin comprometer la capacidad para que las futuras generaciones puedan satisfacer sus propias necesidades", afirma un documento llamado Reporte Brundtland de la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y Desarrollo de la ONU, fechado en 1987.
Este instrumento contempla también que el desarrollo económico y social debe descansar en la sustentabilidad y la satisfacción de las necesidades básicas de la humanidad (alimento, salud, vivienda y vestimenta), además de la necesaria limitación del desarrollo impuesta por la organización tecnológica y social, su impacto sobre los recursos naturales, y por la capacidad de la biósfera para absorber dicho impacto.
Es por eso que al explicar los fenómenos como el alud que en febrero sometió a un cuarto de la población de Tartagal, se debe tomar seriamente estos factores: no solo el climático sino también la forma en que cada comunidad organiza su vida social, y desarrolla su relación con la naturaleza.
Se abren entonces varios interrogantes a resolver: las grandes necesidades de una población creciente junto a la degradación del ambiente y los recursos naturales. Esto está íntimamente relacionado ya que para satisfacer tales necesidades se requiere el aumento de la capacidad productiva de dichos recursos, la cual ya tiene sus límites.
El desarrollo sustentable se propone como mecanismo para evitar tal conflicto y permitir a las sociedades actuales y futuras mantener incluso elevar su calidad de vida, además de conservar y restaurar dichos recursos. Esta visión planificada del desarrollo plantea un triple enfoque: económico, ecológico y político-social para mantener los procesos naturales básicos y la diversidad biológica en pos de estabilizar a las poblaciones; reducir el uso de recursos no renovables y los niveles de producción de basura.

El día después de mañana

La acción del hombre que cambia el clima por la emisión de gases invernaderos induce a una ecuación: población, más energía, más industria y mal uso de la tierra, equivale a una mayor emisión de gases.
Una vez asumido esto, aparecen los modelos químicos que plantean cuál va ser la cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera (principal gas de invernadero). Es que el esquema climático toma esa concentración de gas esperada y produce el clima del futuro.
Los cambios se establecen por dos causas: el aumento de gases de invernadero y el uso de la tierra. No solamente la deforestación sino la urbanización y los cambios de los cultivos, ya que el suelo modifica sus condiciones físicas con su balance de energía y afecta el caudal de las lluvias por el cambio en las temperaturas. La urbanización cambió la temperatura mínima, y dio paso a las llamadas islas de calor. Tal vez, fuera de la ciudad, son más bajas pero van a cambiar por el efecto de los gases de invernadero.
La actual tendencia hacia el calentamiento provocará que numerosas especies vegetales y animales, debilitadas ya por la contaminación y la pérdida del hábitat (como el oso polar de los hielos del Ártico que muere a causa del deshielo), no sobrevivan los próximos 100 años. Hasta que le llegue el turno a la especie humana.
Los graves episodios recientes de tormentas, inundaciones y sequías, parecen demostrar que los modelos informáticos que predicen "episodios climáticos extremos" más frecuentes están en lo cierto. El calentamiento atmosférico es un problema "moderno": afecta a todas las sociedades y se entremezcla con la pobreza, el desarrollo económico y el crecimiento demográfico de cada país.
La subida de las temperaturas provoca que el volumen de los océanos se expanda, y la fusión de los glaciares y casquetes polares aumente el volumen de agua. Si continúa esta tendencia, el mar invadirá los litorales fuertemente poblados y contaminará las reservas de agua dulce de miles de millones de personas para provocar migraciones en masa.
Entendamos algo: el hombre actual naufraga en un mundo sin sentido. Es en La era de la velocidad donde la racionalidad del individuo ha dejado de funcionar como soporte inmunizador a los males que causa en el planeta. Los avances en las tecnologías de la información hacen prácticamente imposible cualquier intento de asimilación intelectual de la realidad cambiante por lo que se genera una especie de inconsciencia colectiva de la humanidad que descuida el medio ambiente y se desentiende de los daños que ocasiona a la naturaleza. Gran parte de la humanidad se identifica más con el consumo individualista desenfrenado que la búsqueda de la armonía con la tierra y la naturaleza.
Por último aparecen los modelos de impacto del clima del mañana. ¿Cuáles van a ser las condiciones hídricas en determinadas cuencas del planeta? ¿Cuáles serán los tipos de enfermedades que surgirán por el clima? ¿Cuál será la oferta o necesidad de agua? ¿Cuál será el nivel medio del mar, en determinadas partes del planeta?

Protocolo de Kyoto

Hace más de un decenio, la mayor parte de los países se adhirieron a un tratado internacional (la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático) para comenzar a considerar qué se puede hacer para reducir el calentamiento atmosférico y adoptar medidas para hacer frente a este problema. El 1997, los gobiernos acordaron incorporar una adición al tratado, conocida con el nombre de Protocolo de Kyoto, que cuenta con medidas más enérgicas y jurídicamente vinculantes. El acuerdo ha entrado en vigor desde el 16 de febrero de 2005, sólo después de que 55 naciones que suman el 55% de las emisiones de gases de efecto invernadero, lo han ratificado. Este compromiso impone para 39 países que se consideran desarrollados, la contención o reducción de sus emisiones de GEI.
El objetivo de este acuerdo es la reducción en un 5,2% de las emisiones de gases de este tipo sobre los niveles de 1990 para el periodo 2008-2012. Este es el único mecanismo internacional para empezar a hacer frente al cambio climático y minimizar sus impactos. Para ello contiene objetivos legalmente obligatorios para que los países industrializados reduzcan las emisiones de GEI de origen humano como dióxido de carbono (CO2), metano (CH4) y óxido nitroso (N2O), además de otros gases industriales.
Si bien Estados Unidos, principal país contaminante, firmó el acuerdo en 1998, lo rechazó posteriormente y hasta el momento se niega a ratificarlo. Los miembros del tratado están estudiando nuevas fórmulas para que Estados Unidos y otros países en vías de desarrollo, firmen la ratificación del acuerdo y reduzcan sus emisiones. Pero pareciera ser un contrapeso para el propio desarrollo de ese país.
El nuevo Congreso y el presidente Barack Obama afrontarán la batalla por una nueva política de EEUU en relación al cambio climático. Es que los demócratas defienden lo que la ciencia manifiesta que es necesario: un recorte del 80% de las emisiones de gases para el 2050. Obama se comprometió, a pesar de la crisis financiera: "Estableceremos fuertes objetivos anuales que nos pongan rumbo a reducir las emisiones a su nivel de 1990 para el 2020 y reducirlas en un 80 % adicional en el 2050", señaló el primer mandatario en una reunión de gobernadores de Estados Unidos y representantes de otros países.
"Mi presidencia marcará un nuevo capítulo en el liderazgo de América sobre el cambio climático que reforzará nuestra seguridad y creará millones de nuevos trabajos en el proceso", destacó Obama quien además planea invertir 15.000 millones de dólares cada año en energía solar, eólica y otros combustibles renovables con el objetivo de reducir la dependencia de Estados Unidos con el petróleo extranjero.

Nuevas tecnologías y madre tierra

Es posible que la revolución de la información y de las telecomunicaciones acelere la actividad humana a un ritmo alarmante como para causar graves daños a las sociedades y su entorno ecológico. Es en este nuevo escenario de la historia humana donde se organiza la vida a la velocidad de la luz y se introducen nuevos programas informáticos para comprimir el tiempo y procesar mayores cantidades de datos.
Pero se develó el misterio: a los maestros de la tecnología que habían prometido acceso instantáneo a la información en pos de una vida más cómoda, concediéndole más tiempo al individuo, aflora una incómoda pregunta: ¿es posible que las propias maravillas tecnológicas que iban a liberar al hombre hayan empezado, por el contrario, a esclavizarlo en una red de conexiones cada vez más aceleradas de la que no parece haber demasiada escapatoria?
El tiempo es el recurso más escaso. El mundo temporal es mucho más complejo e interdependiente de antaño, compuesto de relaciones y actividades humanas siempre cambiantes; un mundo en el que cada minuto disponible se convierte en una oportunidad para realizar otra conexión. La máxima de Descartes “Pienso, luego existo” ha sido sustituida por otra nueva: 'Estoy conectado, luego existo'.
Según un informe reciente de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), uno de cada 10 adultos de todo el mundo sufre estrés, depresión y agotamiento. La competencia y la sed de ganancia sin límites del sistema capitalista están destrozando el planeta. El capitalismo condiciona al ser humano como consumidor de mercancías. No existe la madre tierra sino las materias primas: el agua, la tierra, el genoma humano, las culturas ancestrales, la justicia, la ética, la muerte. Hasta el propio cambio climático se ha convertido en un negocio.
Es entonces que la humanidad toda se desenvuelve en una nueva disyuntiva: continuar por el camino del capitalismo y la muerte, o emprender la carretera de la armonía con la naturaleza y el respeto a la vida. “El planeta es mucho más importante que las bolsas de Wall Street y del mundo”, afirma el presidente de Bolivia, Evo Morales, en una carta enviada a la Cumbre de la ONU acerca del cambio climático, celebrada en noviembre de 2008 en Polonia. Tal vez estos tiempos sean más trascendentales de lo que el hombre se imagina.
Publicado: revista 2010 - marzo 2009

martes, 10 de marzo de 2009

Circle Jerks en Argentina


HARDCORE DESDE EL CORAZON

En nombre de las viejas bandas que fueron parte de innumerables anécdotas de la adolescencia del punk argentino, un sueño se hizo realidad. Circle Jerks (Círculo de Pajeros), padres fundadores del skate rock californiano, se presentó el pasado viernes 6 de marzo en el Teatro Flores por primera vez en el país.
Keith Morris, líder vocalista, fundador de otra reliquia callejera como Black Flag, presentó un cuarteto integrado por Zander Schloss (al bajo y con un parecido asombroso a Steve Jones -Sex Pistols-), Kevin Fitzgerald (batería) y Greg Hetson guitarrista de Bad Religion.
Todo el tiempo que duró el Gig, Morris se dedicó a volcar toda su experiencia en el escenario, “no quiero que me escupan, eso no me gusta, pienso que no es punk. Acá nos venimos a divertir y a hacer amigos”, explicó en inglés, aunque siempre tratando de hacerse entender.
Morris dedicó un tema a los estadounidenses que se la pasan viendo tv todo el día sin hacer nada y varios clásicos a la gente presente, siempre en un tono cordial y amigable, digno de un frontman cercano a las cuatro décadas de hardcore punk arriba de las tablas: “Desde los 15 años que me metí en esto. ¿se acuerdan de Black Flag? Hoy vamos a tocar algunos temas”, sentenció el vocalista al principio del show y el público presente deliró.
Circle jerks es una leyenda viviente. Formada en 1979 en Hermosa Beach, California, la banda de Keith Morris (53) y Greg Hetson (47) abanderó, junto a Dead Kennedys y Black Flag la escena musical punk californiana de finales de los años ´70 e influyó en la historia de este género a lo largo y ancho del mundo.
Desde el 2001 luego que le diagnosticaran diabetes a Morris, tras la recuperación, regresaron a los escenarios y grabaron en 2005 un álbum en directo para Kung Fu Records, “The Show Must Go Off!”, que forma parte de las series de discos del sello punk de Joe Escalante. En esta oportunidad fueron taloneados por Massacre Palestina, Los Restos y Suerte de Perros, gracias a los esfuerzos de MTS Producciones.
En el final, Morris se atrevió a desafiar a la seguridad del lugar que se metió insólitamente al pogo para sacar a algún colado: “no queremos violencia, venimos a hacer amigos”, volvió a remarcar.