lunes, 12 de noviembre de 2007

Consideraciones acerca del deporte como herramienta de contención social

Durante el mes de marzo directores y subsecretarios de Deportes de todo el país se reunieron junto al secretario de Deportes, Claudio Morresi, y el subsecretario de Deporte Social, Marcelo Chames. La cita fue en el salón VIP del Centro de Alto Rendimiento Deportivo (CENARD), donde definieron a las ciudades de Mar del Plata y Chapadmalal como sedes de las finales nacionales de los Juegos deportivos Evita para esta temporada.
Además de realizar un balance de lo acontecido en la edición 2006 de los juegos, donde se resaltó el éxito que tuvieron con récord de participación y la inclusión de las 24 jurisdicciones del país, los organizadores consideraron esa edición como un salto de calidad.
En la nueva competencia 2007 donde hay 6.500 deportistas de todo el país, es loable destacar la gran actuación de los seleccionados Sub 14 y Sub 16 de Santa Cruz que están afrontando la instancia nacional de los Juegos. Durante la semana hubo triunfos en fútbol masculino Sub 14, voley masculino escolar, handball femenino, voley femenino Sub 16 y 18. Cerca de 350 jóvenes, acompañados por profesores e instructores componen la delegación santacruceña conformada por las disciplinas de voley, handball, básquet, fútbol, ajedrez, atletas convencionales y discapacitados.
A diferencia de lo que pasó en años anteriores en los que era imposible ocultar fallas organizativas y de preparación, esta vez hubo mayor grado de compromiso por parte de las autoridades provinciales que parecen haber empezado a entender que el deporte es un derecho colectivo del que pueden surgir nuevos talentos.
Sea bienvenido entonces este hecho concreto. Sin dudas sería deseable que la experiencia se repitiera, sobre todo porque no es una novedad que el Estado, hace rato que está en falta con los roles que debería cumplir. Al deporte siempre se lo vio como algo secundario o accesorio, pero es tan importante como la alimentación, la salud o la educación. Importante, porque entre otras cosas, con el deporte se puede formar y ayudar a crear mejores personas. Los diversos organismos gubernamentales y deportivos deberían tener una mayor consideración en cuanto al desarrollo integral del ser humano a través de su desenvolvimiento deportivo. El deporte tiene que esta incluido como un ítem de mayor envergadura en todos los programas políticos de los candidatos.
En una entrevista realizada por La Opinión Austral, el vicepresidente del Club Social y Deportivo Independiente, Juan Carlos Cárdenas, de larga trayectoria deportiva y dirigencial, dio en la tecla. “Los dirigentes deportivos somos los más baratos del Estado”, dijo en referencia al rol social que actualmente cumplen algunas comisiones directivas buscando, a todo pulmón, potenciarse deportivamente con la poca infraestructura con la que cuentan. Es que ante la ausencia del Estado en su rol social, las instituciones deportivas barriales han ocupado ese lugar, pero desde un espacio muy limitado.
La doble exigencia que se reclama a los dirigentes deportivos pasa por la carencia de una planificación política deportiva y la falta de un plan económico en cuanto a las asignaciones de los fondos del Estado. Promover políticas que tengan que ver con el desarrollo en la infraestructura deportiva y el fomento de aquellos clubes que pretendan tener un crecimiento aún mayor, es el punto de partida.
Las condiciones climáticas por las que atraviesa la provincia, tampoco deberían ser un impedimento para impulsar aquellas actividades deportivas que no se desarrollan al aire libre. Hoy por hoy, Santa Cruz se ha transformado en una de las ciudades con mayor migración interna del país, debido a que la provincia ofrece muchas posibilidades laborales. Por eso a la proyección deportiva se le suma la urgencia de promover la Ley del Deporte.
Si bien el principal problema pasa por la falta de esa legislación para que se distribuyan mejor los fondos destinados a la política deportiva, la aprobación de esta normativa se entremezcla con la carente voluntad política de los gobernantes de turno para implementarla. Además la ley debería estar acompañada de un presupuesto que le permita elevar proyectos a cada institución, con la fiscalización del Estado como ente político-económico que la regule.
El deporte tiene que ser política de Estado y si bien el primer proyecto para que se haga efectiva esta ley, se presentó hace casi 10 años, el último intento estuvo en manos del diputado radical, Omar Hallar, en noviembre del año pasado. Pero nunca fue aprobado.
En la actualidad la sociedad sufre muchos males. Por eso la obligación de darles a nuestros jóvenes estructuras acordes al desenvolvimiento deportivo de cada región como forma de contenerlos y convencerlos para que no se sumen a las adicciones, practicando adecuadamente deportes que los formen como mejores personas.
De todas maneras Santa Cruz cuenta con un número importante de chicos con talento, coraje, dedicación y hambre de gloria. Pero adolece de una adecuada, coherente y medianamente ambiciosa estructura política deportiva. Si esto último no se cristaliza, tal como reclaman desde hace tiempo diferentes sectores de la sociedad (no solo la gente del deporte), está buena actuación de los santacruceños en Mar del Plata, terminará siendo un episodio apenas anecdótico y accidental.
Una buena forma de seguir mejorando sería armar calendarios iguales, o al menos similares a las de otras provincias y apostar al desarrollo de las categorías formativas.
Por fortuna quedó demostrado en los Evita que la cantera no se agota y siguen surgiendo elementos que se destacan en los seleccionados de las diferentes categorías formativas. La actuación de estos chicos en “La Feliz” y el constante surgimiento de figuras autorizan a pensar en un futuro lleno de éxitos. Aboguemos porque así sea.

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